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El Cáñamo, un viejo amigo siempre a nuestro servicio


Cáñamo, al parecer una variedad de la planta Cannabis Sativa L., considerada des del principio de nuestra historia uno de los más valiosos elementos de la savia naturaleza vegetal. Des del despertar de los tiempos, ha sido considerada como Planta Sagrada o Planta Maestra por la utilidad como vía de conocimiento que le dieron las civilizaciones ancestrales y como recurso imprescindible de supervivencia: salud, alimentación, ropa, zapatos, telas, cuerdas…, y mil cosas más, que todavía usamos en la actualidad. Al parecer estamos ante un recurso imprescindible que apuesta por seguir siendo necesario para nuestra evolución, crecimiento y bienestar. Desde la prehistoria hasta hoy ha estado siempre a nuestro lado, debemos pues conocerla más. Preguntémonos: ¿Qué es el cáñamo? ¿Qué ha sido? Y ¿Qué promete ser?


Pues sí, el Cáñamo es una variedad de la planta Cannabis Sativa L. como también lo es la Marihuana. Son dos variedades con características distintas obtenidas de diferentes cruces y selecciones. La Marihuana es una variedad con una alta concentración de THC, el responsable de los famosos efectos psicoactivos de la María, y una baja concentración de CBD o componente antipsicoactivo; mientras que los niveles de THC del Cáñamo son ínfimos y los de CBD considerables. De tal manera que la Marihuana se cultiva para uso recreativo y el Cáñamo se cultiva para uso industrial. Afortunadamente, pero, las dos variedades pueden cultivarse, y se cultivan, para uso medicinal.

El Cáñamo es una planta de cualidades con inmensurables posibilidades. Su resistencia permite cultivarla en casi cualquier ecosistema del mundo, no requiere de los pesticidas o herbicidas comunes ya que hay muy pocas plagas que causen problemas a su cultivo y pueden ser tratadas por medios naturales. Pero lo que la hace de verdad increíble son los múltiples usos que podemos darle a la planta y el aprovechamiento que podemos hacer de ella, nada se desperdicia.


Decir que sus usos son múltiples es quedarse corto, al parecer es difícil delimitar sus aplicaciones industriales. Es usada por la industria textil, alimentaria, farmacéutica, cosmética, papelera, plásticos, automovilística, combustibles ecológicos, materiales de bio construcción y más, mucho más. Al parecer la gran utilidad de esta planta no radica sólo en que sirve para muchas cosas, sino que, además, proporciona un material de gran calidad, resistencia y rentabilidad.


Del Cáñamo se extrae la fibra textil, y de cordajes, de origen vegetal más larga, suave, resistente y duradera. De sus características destacan su capacidad de absorción, de abrigo y de fuerza, dibujándola como una alternativa al algodón puesto que la tela que se elabora con ella es más aislante, fresca, absorbente, resistente y duradera. Su cultivo también es más ventajoso, no requiere de los numerosos pesticidas que se utilizan para el algodón y que estropean los suelos y, no menos importante, una hectárea de cáñamo puede producir el doble de fibra que una de algodón.


La longitud y resistencia del cáñamo aún compite con los materiales más modernos utilizados en los cordajes navales. Históricamente las cuerdas y velas para navegación y muchas redes de pesca se hacían con cáñamo. Hoy sigue siendo muy utilizado en muchas embarcaciones por su gran resistencia a la humedad y a las variaciones climáticas.


Así mismo es un vegetal de excelente rendimiento y valor ecológico para la fabricación de papel; permite obtener en 140 días más papel por hectárea que la que se podría obtener con árboles de 20 años, por eso se presenta como una alternativa a la deforestación causada por la industria papelera. Destaca el hecho que el papel de cáñamo es más resistente que el de pulpa de madera, se puede reciclar de forma óptima hasta siete veces, no requiere ácidos ni cloro y no amarillea, por ello sus fibras se utilizan para la fabricación de papel de primera calidad.


Cualquier material plástico o hecho a partir de madera puede ser emulado con éxito a partir de las plantas de cannabis, siendo además directamente biodegradable y reciclable. Henry Ford probó su resistencia, como material alternativo, en 1941 fabricando con cáñamo y bayas de soja un modelo de automóvil que, además, utilizaba como combustible aceite de cáñamo. Actualmente muchas piezas de coche llevan fibras de cáñamo y se fabrican con él biocombustible y lubricantes.


Y, todavía hay más, el valor alimenticio de sus semillas es inconmensurable. Por su composición, las semillas de cáñamo resultan ser una fuente equilibrada de fibra dietética, calcio y hierro y rica en antioxidantes. Según numerosos estudios, estas semillas contienen todos los aminoácidos y ácidos grasos esenciales para mantener la vida humana. Parece ser la fuente vegetal que contiene los aminoácidos esenciales en una forma de más fácil digestión y los ácidos grasos esenciales Omega3 y Omega6 en una proporción casi perfecta para las necesidades nutricionales humanas. Su valor proteínico tampoco tiene rival vegetal puesto que 100g de semillas producen 25g de proteínas que es el equivalente a 80g de carne o a 130g de queso. La semilla de cáñamo puede servir para fabricar barras energéticas, pastas, aceite de mesa, galletas, harina...


Todo ello sin dejar de lado el valor medicinal de la planta. Esta especie contiene el “cannabidiol” (CBD) que es una sustancia requerida por la industria farmacéutica y por las parafarmacias. La sustancia en cuestión no es psicoactiva y tienen una amplia gama de beneficios médicos tales como:


- Antiemético: reduce las náuseas y los vómitos;

- Anticonvulsivos: suprime la actividad convulsiva;

- Antipsicóticos: combate los trastornos de psicosis;

- Antiinflamatoria: combate los trastornos inflamatorios;

- Antioxidante: combate los trastornos neurodegenerativos;

- Anti cáncer antitumoral: combate las células tumorales y el cáncer; y

- Ansiolíticos/antidepresivos: combate los trastornos de ansiedad y depresión


Su calidad y sus muchas aplicaciones le han valido al Cáñamo, en algunas épocas, la consideración de planta sagrada que potencia la evolución del ser humano. La historia dice que los seres humanos la hemos usado des del año 8000 a.C. Se especula con que pueda ser la primera planta domesticada de la que se tiene conocimiento ya que su cultivo está documentado por la mayoría de las grandes civilizaciones como la india, china, sumeria, babilónica, persa, egipcia, azteca y maya, así como por otras culturas nativas.


El origen geográfico de nuestra planta amiga se sitúa en el continente asiático, en países como Afganistán, Pakistán y la India. De Ahí paso a Europa y luego a África, llegando a América de la mano de Cristóbal Colón. Su historia es larga y amplia, aparece en el principio de nuestros tiempos y se extiende por todo el mundo, siempre ayudándonos en nuestro recorrido de supervivencia, expansión y crecimiento.

Los seres humanos hemos apoyado gran parte de nuestra evolución en el cultivo del Cáñamo. La historia cuenta que pasamos de utilizar pieles de animales para protegernos del frio a utilizar prendas tejidas y el ejemplo más antiguo conocido de material tejido estaba hecho con Cáñamo. En el año 450 a.C. Heródoto, historiador griego, describe como ciertos pueblos antiguos fabricaban vestidos con fibras de cáñamo.


Hay que destacar el papel crucial que desempeño en la exploración y expansión de la humanidad por los confines del mundo. Des del siglo V a.C. hasta finales del siglo XIX todos los viajes marítimos de larga distancia confiaban en velas, amarres y aparejos hechos de cáñamo. Ninguna otra fibra natural podía soportar la fuerza del océano abierto y el desgaste del agua salada. Sólo el cáñamo, permitió la navegación de alta mar, por su singular fortaleza, y dio comienzo a la larga y gloriosa historia de los veleros. Permitió lanzarse a la conquista a largas distancias y descubrir países nuevos. En el año 300 a.C., romanos y cartagineses luchaban en el mediterráneo por la hegemonía de la ruta del cáñamo y las especias, consideradas como materias de gran valor.


La comunicación escrita también tiene mucho que agradecer a esta planta. En el año 100 antes de nuestra era, los chinos elaboran una pasta celulósica a base de morera y de cáñamo para fabricar papel. 800 años más tarde, en el año 700 de nuestra era, utilizaron esta pasta como materia prima para imprimir su primer libro. En el año 1.150, los musulmanes introducen el cáñamo en Europa para fabricar papel, y en 1450 Gutenberg imprimió la primera Biblia sobre papel fabricado a base de cáñamo.


El uso medicinal del Cannabis tiene unas raíces muy profundas en nuestra historia. Aunque los primeros restos se remonta algunos milenios atrás, la primera referencia escrita sobre su uso medicinal la encontramos en la farmacopea de Shen Nung, emperador chino y padre de la medicina china, quien recopiló sus conocimientos sobre plantas medicinales en un libro escrito en 2.737 a.C. Aun así, no es difícil imaginarse que las propiedades terapéuticas del cannabis hubieran sido descubiertas bastante antes.


Su uso medicinal se extendió a numerosos países, dejando claras pruebas de ello por todo el mundo. Existen textos provenientes del Antiguo Egipto, Persia, Tíbet, Azerbaiyán, Grecia, Israel, Palestina y otros países árabes, que documentan el uso terapéutico del cannabis. En la India, y desde aproximadamente el año 1.000 a.C. se elabora el bhang, una bebida a base de leche y marihuana usada con diversos propósitos, entre ellos como anestésico o anti-flemático; fue ampliamente usado en los herbolarios de la Edad Media; y un dato curioso, entre los años 1.850 y 1.937 los medicamentos más recetados en EEUU se basaban en el uso del cannabis.


En la historia del Cáñamo destacan ampliamente las acciones protagonizadas por EEUU. Para sus habitantes fue legal pagar impuestos con cáñamo desde 1.631 hasta inicios del siglo XIX. Entre 1.663 y 1769, negarse a cultivar Cáñamo era ilegal y en Virginia podías ser encarcelado. El Cáñamo fue, de 1.850 al siglo XX, el cultivo más lucrativo de muchos estados. Su producción continuó hasta el siglo XX, momento en que todo cambió.


Durante la primera mitad del siglo XX se produjo una desacreditación completa del cannabis que consiguió que un mundo con una cultura limitada y poco acceso a la información percibiera esta planta como muy peligrosa y dañina, consecuentemente fue prohibida y penalizada. Este proceso empezó en Estados Unidos con la aparición en 1.910 de la primera ley prohibitiva, y se extendió por occidente. En 1.937, EEUU promulga la prohibición total de la planta y el mercado se sumerge en la ilegalidad. Sospechosamente, dos años antes, en 1.935, la empresa química americana du Pont de Nemours, registraba oficialmente el nylon, fibra sintética que revolucionó el mundo y, a pesar de ser más cara, destronó al cáñamo.


Al parecer, múltiples factores convergieron en el inicio de la campaña estigmatizadora de esta planta. Fue impulsada por intereses opuestos de sectores industriales estadounidenses que pretendían potenciar nuevas fibras sintéticas como el nailon y otros polímeros para los que el cáñamo era un fuerte competidor. Todo ello fue favorecido por la promulgación en 1.961, con EEUU al frente, de la primera normativa internacional en la convención sobre Drogas y Narcóticos, que limitaba el uso del cannabis y sus derivados para el uso médico y la investigación científica.


Con estas premisas la segunda mitad del siglo XX significo para esta planta un redescubrimiento de aspecto científico. Desde 1.960 hasta nuestros días su investigación ha generado miles de estudios, informes y aseveraciones sobre sus múltiples beneficios y aplicaciones ventajosas, en relación a otras sustancias, como por ejemplo la agricultura, la alimentación, la salud de cuerpo y mente, las múltiples aplicaciones industriales y la alternativa ecológica a muchos problemas que tiene hoy nuestro planeta.


La Tierra está sofocada, han desaparecido grandes extensiones de sus bosques tropicales y la contaminación, los venenos y productos químicos acaban con la vida que hay en ella. Debemos hacer algo y todos lo sabemos. Tarde o temprano tendremos que hacer la transición de las grandes industrias, sustituyendo los materiales y métodos insostenibles por unos más limpios y sostenibles. Para ello, no será mala idea recurrir a la industrialización del Cáñamo.


El siglo XXI se perfila como un periodo de estudio y potenciación del conocimiento del Cannabis en todas sus dimensiones. Numerosas universidades de todo el mundo cultivan Cáñamo para la investigación que día a día corrobora, de manera científica, el conocimiento ancestral de esta planta y nos muestra todas sus potencialidades perfilándola como una alternativa sana, ecológica y rentable que puede hacer frente a problemas mundiales como el hambre, la desforestación, la contaminación de los suelos, las necesidades energéticas, etc., así como a numerosos problemas de salud.


Hasta aquí, un rápido recorrido nos ha permitido saber más sobre esta planta milenaria que tanto tiempo ha estado a nuestro lado en los malos momentos. Ahora ya la conocemos un poco más solo nos falta usarla e incorporarla otra vez en nuestra vida cotidiana dejando que siga, como siempre, a nuestro servició.

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